Google ya permite el derecho al olvido

Ya es posible ‘borrar’ tu pasado en Google. Foto: En la Órbita

¿Hasta cuándo tenemos que sufrir las consecuencias de algo que sucedió hace años y que ya está completamente restablecido? ¿Debemos padecer eternamente nuestras acciones y sufrir hasta el fin de los tiempos lo que otros han dicho acerca de nosotros? Ésa es la pregunta a la que especialistas del Derecho y de Internet llevan años tratando de dar respuesta y que se ha topado en los últimos días con una sentencia sin precedentes del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) sin precedentes.

Ha sido un español el primero en abrir el fuego harto de teclear su nombre en Google y ver cómo el primer resultado que le aparecía desde 1998 era un enlace a dos páginas del periódico La Vanguardia con un anuncio de subasta de inmuebles por embargo. Creyendo que ya había pasado más que tiempo suficiente de ese momento circunstancial en su vida, se dispuso a echar un pulso al gigante para intentar restablecer su honor en la red.

Su sorpresa (y la de Google) vino con la respuesta del Tribunal y su consecuencia más directa, el llamado ‘derecho al olvido’, que defiende la privacidad y los derechos individuales en contra de los modelos de negocio que emplean los motores de búsqueda.

Google ya ha tenido que crear un formulario específico para permitir que los ciudadanos europeos que así lo requieran puedan solicitar la retirada de alguna información de los resultados mostrados por el buscador y siempre que puedan demostrar que es irrelevante o poco apropiada. El cuestionario tiene dos vertientes: una primera sobre los enlaces URL a contenidos de terceros que aparecen en los resultados de búsqueda y otra dirigida a las imágenes a las que tenemos acceso mediante la herramienta de localizar imágenes. Pese a todo, es importante aclarar que lo que Google ‘borra’ es su entrada a la información, que seguirá permaneciendo accesible en su fuente de origen.

Nos encontramos así ante el primer paso para poder ‘borrar’ nuestro pasado del alcance de los demás y ser olvidados definitivamente; aunque para que pueda ejecutarse los ciudadanos que soliciten la retirada de Google de alguna información deben incluir una copia de una identificación oficial y explicar por qué desean eliminarla del buscador. Los derechos fundamentales de las personas anulan no sólo el interés económico que pueda tener el motor de búsqueda (Google en este caso), sino también el interés del público para encontrar una información concreta en una búsqueda del nombre del individuo en cuestión.

Una red social para los más artistas

Los artistas ya tienen un espacio propio en la red. Ilustración de Hannah K. Lee

En un mundo en el que (casi) todo está a nuestro alcance en cuestión de un par de clicks, no es de extrañar que cada día aparezcan redes sociales tan específicas y tan tan tan concretas que parecen recién sacadas de un mundo de ciencia ficción. Navegando te puedes encontrar desde redes para adultos a los que les encanta utilizar pañales de bebé (Diapermates), para aquellos que se confiesan con poderes paranormales (Psychicsfaces), para quienes aseguran haber sido abducidos por OVNIS (Ufosocial) y hasta para un club tan selecto como es el de los multimillonarios (A small world).

Lo bueno es que no sólo de redes freak vive internet, y también existen casos de redes sociales profesionales que son un maravilloso ejemplo de escaparate del trabajo realizado y sirven también como lanzadera para futuros proyectos. Es lo que sucede con Meetinarts, una plataforma creada en España por Adriana García-Abril con la intención de poner en contacto a artistas de todas las disciplinas, que ahí pueden exponer una muestra de su trabajo, establecer contactos laborales y crear sinergias para desarrollar nuevos proyectos.

Del 1.0 al 2.0 y sus pequeñas «diferencias estructurales»

Las nuevas herramientas del periodista 2.0. Foto: Zimbablog

Hace no demasiados años, el periodista era el encargado de crear y difundir una información que llegaba a una audiencia incapaz de aportar su propio punto de vista acerca del tema. Internet, entre otras muchas virtudes para el mundo de la comunicación, democratizó la información, al poner un enorme flujo de datos en circulación y permitir por primera vez que el lector fuese capaz de compartir su opinión e, incluso, crear nuevos contenidos.

El Periodismo 2.0 comienza cuando los lectores pueden interactuar con la información, rompiendo la tradicional comunicación lineal y unidireccional. La inmediatez con la que el lector demanda información obliga al periodista digital a ejercer su profesión de una forma más inmediata, tenido que dar respuestas incluso antes de que la audiencia llegue a plantear sus preguntas.

En este nuevo intercambio de roles, en el que los lectores pueden crear sus propias informaciones y difundirlas esencialmente a través de la red, son muchos los que hablan de la desaparición de la figura del periodista tal y como la conocemos, algo que considero un error. Lo que el Periodismo 2.0 permite es la interacción, los comentarios, los puntos de vista diferentes; pero en ningún lugar puede sustituir la labor del profesional que elabora concienzudamente la información recurriendo a las fuentes de primera mano, que sabe interpretar los datos y que maneja las claves de la redacción periodística.